El sexo en grupo es una opción más para disfrutar plenamente de la sexualidad. Los que buscan este tipo de encuentros no son, ni mucho menos, obsesos sexuales con alguna fijación por el sexo. En realidad suelen ser personas con inquietudes, de mentalidad abierta, que tienen curiosidad por descubrir cosas nuevas en todos los ámbitos de la vida y que están dispuestas a disimular el pudor durante un tiempo para pasar un buen rato. En realidad, en una sesión de sexo en grupo, si algo debe estar presente en todo momento es el respeto y la sensibilidad. Con estos dos valores, todo eso posible.
Cada vez es más frecuente que un grupo de personas se encuentren para practicar sexo en grupo. Cada vez, además, estas personas suelen ser más ajenas a los ambientes liberales. La tendencia es que se acerquen a este tipo de práctica parejas curiosas que cuentas con la necesidad de conocer a otras personas con sus mismas inquietudes y que aspiran a pasar un rato entretenido de buen sexo y diversión.
Las grandes ciudades con Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Zaragoza o Sevilla, cada vez tienen más oferta privada para el sexo en grupo. Cada vez más se huye de los ambientes de locales liberales y se internan más y más en la intimidad de un chalet o una casa rural alquilado para la ocasión . Es frecuente encontrar propuestas para participar en orgías en los diferentes medios de internet. Incluso hay algunas empresas que se dedican a la gestión de este tipo de encuentros íntimos entre desconocidos.
Los que ya se han aficionado a este tipo de prácticas de sexo en grupo lo definen como algo natural. Se trata, afirman, de practicar sexo com un grupo de personas que quieren hacerlo y retroalimentar las propias pasiones con el morbo que la situación de enfrentarse al sexo con un grupo de personas desconocidas provoca.
En esto del sexo en grupo no hay edades, clases sociales ni razas. Todos tienen cabida en este tipo de encuentros y cualquier tipo de colectivo que nos podamos imaginar tienen su representación en este tipo de práctica. Sin ninguna distinción. y es que no hay nada más integrador que el sexo en grupo.