¿Conoces a alguna mujer sexualmente insatisfecha? Lamentablemente, seguro que sí es así. Los estudios científicos demuestran que el acto sexual, para satisfacer a todo, ha de durar, en promedio, en torno a los 9 minutos y medio. Lamentablemente, esto no sucede así en muchas ocasiones. En otras muchas ocasiones, cuando sí que se dan los tiempos reglamentarios, a pesar de ello, puede suceder que no sea suficiente para alguno de los dos. Frecuentemente, se trata de la ignorancia en lo relativo al sexo que, con frecuencia, convierte los mitos en temores que llevarse a la cama para influenciar nuestra actividad sexual. El caso es que por unas causas o por otros, existe la mujer sexualmente insatisfecha y eso no es una buena noticia.
Cuando una mujer no recibe l a suficiente satisfacción, es más, cuando una mujer, incluso, no recibe siquiera placer en sus encuentros sexuales, no nos encontramos, i mucho menos, con una mujer que no tienen el suficiente afecto por su pareja. Muchas veces es su pareja quien tiene un problema que necesita de ayuda y, en otras ocasiones, es ella quién necesita la ayuda de un especialista. Cuando el proeza no vienen por lado de la parte masculina, una mujer sana debería tener suficiente con esos 9 minutos largos para alcanzar el orgasmo.
Hace tiempo que se conoce que en el 80% de las mujeres, le orgasmo está directamente relacionado con la estimulación del clítoris. No en vano, se trata de la zona con mayor cantidad de terminaciones nerviosas. De hecho, el clítoris es la única parte de la anatomía humana diseñada, exclusivamente, para dar placer, precisamente por eso, un maratón sexual de horas de exhibición masculina no dará ningún resultado si no relacionamos el encuentro con la estimulación del clítoris. En ocasiones, una mujer sexualmente insatisfecha simplemente es una mujer que no conoce demasiado bien cómo funciona su cuerpo.
Los signos de insatisfacción saltan a la vista en una mujer sexualmente insatisfecha. Es muy sencillo reconocer un relativo aire de tristeza en la mirada de la mujer que se encuentra en una situación así, además de una relativa irascibilidad y otros elementos destacables como puedan ser los músculos agarrotados o una sonrisa generalmente ausente.