La eyaculación precoz es un problema para los hombres que la sufren y, por supuesto, también para sus parejas sexuales. En ocasiones, existe un trastorno importante detrás de este problema y es imprescindible ponerse en manos de un médico especialista. Sin embargo, en otros casos, la eyaculación precoz sólo está motivada por algo que reside en nuestras cabezas y que podemos cambiar. Vamos a dares algunos trucos para durar más en la cama.
Las respiraciones profundas son todo un clásico en lo que a remedios caseros contra la eyaculación precoz se refiere. Resulta normal, sobre todo si ya ha sucedido antes, que los hombres, en medio de un encuentro sexual. alcancen cierto nivel de nerviosismo por miedo a la eyaculación precoz. Cuando esto sucede, podemos realizar diez respiraciones muy lentas y profundas. la relajación, si se alcanza, siempre es un buen remedio contra este tipo de problema.
Otra de las cosas que podemos hacer para combatir al eyaculación precoz es cambiar los pensamientos negativos en pensamientos positivos. Claro que nos ponemos nerviosos si sólo pensamos en lo mal que vamos a quedar esta vez. En cambio, podemos sustituir este tipo de pensamientos por otros en los que nos sintamos un Tarzán en busca de su Jane y que anticipen lo alto que dejaremos la bandera de la pasión sexual.
Golpear el paladar contra la lengua es otra de las cosas que podemos hacer parea tratar de evitar la eyaculación precoz. Que funcione, ya es otra cosa, pero poder, podemos hacerlo. En realidad, lo que sucede cuando hacemos esto es que estamos desviando la atención de nuestra mente realizando otra acción. De esta manera, podemos ayudar a que se olvide del problema que supondría correrse demasiado pronto y permitimos que se relaje.
En el caso de que todo esto falle, no tememos por qué alarmarnos ni venirnos abajo. Siempre tenemos ante nosotros la posibilidad de un segundo encuentro para compensar las limitaciones que tuvo el primero. El riesgo de eyaculación precoz después de haber eyaculado es mucho menor y tenemos que aprovecharnos de esta circunstancia. Y si tampoco funcionase, podemos preparar un tercer encuentro y así hasta que todo vaya tal y como queríamos.