La vagina es el origen de la vida y, por supuesto, del placer. Pero ni siquiera las mujeres, al menos hasta que llegan a cierta edad, conocen todos los secretos que se esconden detrás de una vulva. Vamos a hacer une pequeño recorrido por aquellas cosas que una mujer debería conocer de su vagina antes de llegar a los 40.
Deja de creer que tu vagina huele como un puesto de pescado en el mercado. Si guardas unas normas de higiene básica, como cualquier persona normal. Sólo en el caso de que te pases las reglas elementales de higiene por la piedra, nunca mejor dicho, el olor que desprenderá tu vagina será desagradable. Es más, con una vagina correctamente aseada, el olor que desprende, lejos de ser molesto, resulta altamente atrayente para el sexo opuesto.
Si alguien se siente realmente atraído por ti, tu vulva le parecerá una escultura en un museo de fantasía al que acudir cada día. No hay vagina perfecta, como no hay un cuerpos perfectos, como no hay pizza perfecta (a menos que haya queso en la corteza y que venga con una salsa adecuada también en la corteza, sólo en ese caso podríamos hablar). Cada una tiene la suya y para quien le gustas resultará perfecta. Eso es lo único importante.
Tu vagina es tuya y los orgasmos que te produce, también. Toma el control de tus orgasmos. Prueba cosas nuevas con o sin tu pareja y cuando funcione algo, disfrútalo hasta el final. Tienes que tener claro que tu pareja probablemente nunca adivinará la manera exacta para conseguir con precisión propiciarte el placer que tú sí sabes conseguir. No lo dudes.
Tu vagina no es el armario de Narnia. No es posible perder algo en su vagina. Ni bolas chinas ni un condón ni un tampón. Todos ellos pueden quedarse atascados en un descuido pero no se pueden perder para siempre. El cuello del útero detendrá cualquier cosa e impedirá que vaya más arriba. En cualquier caso, siempre es conveniente que te esfuerces en impedir que objetos peligrosos se sientan tentados a alojarse permanentemente dentro de ti.