Hay mujeres que son exigentes en la cama. Como debe ser. En algunos casos, las mujeres son capaces de decir en la cama lo que les gusta, de forma alta y clara. Por suerte, cada vez son menos las ue se adaptan a cualquier cosa y no se atreven a decirle a su pareja lo que ellas prefieren en materia sexual. En ralidad, no se trata ma´s que un asunto de justicia social. Algunas mujeres son exigentes en la cama y hacn muy bien. De hecho, desde aquí animamos a todas las mujeres del mundo a que acopten esta aptitud. El mundo lo agradecerá.
En realidad, tampoco es necesario convertirse en una Matahari en la cama. No es necesario actuar como una «ama» en todo momento. Las mujeres exigentes en la cama, simplemente, hacen que, en algún momento, el rol protagonista también lo ocupe ella. ¿Por qué no puede ser ella la que ate asu pareja en la cama o la que asalte a su chico en la ducha? Exactamente de eso se trata. De no estar, en todo momento, a la espera. De tomar iniciativas cuando las circunstancias lo recomiendan.
Las mujeres exigentes en la cama son capaces de decir: «no me gusta», cuando algo no le gusta. No tienen por qué ser cuando hay una propuesta rara. No, basta con que la forma en que se producen las caricias, los besos o la penetración no sean los que ellas esperan para que se pronuncien. Sólo desde esta forma de comportamiento se puede alcanzar el placer para ambas partes en un encuentro sexual. Un comentario de este tipo, lejos de provocar malestar, debería generar interés para mejorar aquello que no se está haciendo bien.
Aquello de que los hombres itenen un mayor apetito sexual que las mujeres es, simplemente, otro mito más a desenterrar. El sexo puede y debe ser, tal y como tú y tu pareja queráis. Es vuestro mundo, al menos durante el tiempo que dura el encuentro sexual y las reglas se deben poner entre ambas partes. o, mejor incluso, deben surgir de forma espontánea a menudo que avanza la relación.