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La primavera y el sexo

Acaba de llegar la primavera y, como no podía ser de otra manera, nuestros instintos más básicos sufren la revolución de todos los años por estas fechas. El buen tiempo, las muchachas que aligeran sus ropas, los chicos que aceleran su puesta a punto para el verano y oras muchas cuestiones nos empiezan a hacer que estemos casi constantemente dispuestos para una buena sesión se sexo improvisado. La primavera, sin duda, la sangre altera.

La suma de factores ambientales y sociales de los que nos rodeamos en esta época del año son absorbidos por nuestro cerebro que manda a los músculos las órdenes necesarias para que se comience a liberar más y más testosterona. Dado que esta hormona es la que se encarga de regular el deseo sexual tanto en hombre como en mujeres, una vez que hace su aparición de forma intensa todo pasa a ser cuestión de tiempo. La primavera revoluciona nuestro organismo y hace que nuestro deseo sexual se dispare.

Basta con darse una vuelta por los parques y jardines de nuestra ciudad para ver cuña es el comportamiento de las parejas en primavera. Parece que el celo las invade y ellos, a su vez, toman la calle para mostrar al mundo sus ganas de lujuria, desprendiendo pasión sexual a raudales.

El verano es el resultado final de la primavera. El periodo estival suele estar relacionado con ocio, diversión y descanso. La proximidad, en primavera, de las vacaciones de verano hacen que la mayoría de personas se comiencen a relajar y, sin duda, ésta es una buena noticia para el sexo. Nada resulta más alentador para el seso sexual que la posibilidad que, en ocasiones, da el organismo de relajarse y disfrutar de cada estímulo que recibimos.

La buena onda que transmite la primavera es conveniente aprovecharla. El sol, la belleza de los cuerpos cada vez más ligeros de ropa y la vitalidad que da el buen tiempo son factores que deberían ser suficientes para que nos mimásemos a nosotros mismo permitiéndonos disfrutar de un buen sexo en primavera. Ya llegará el invierno con sus fríos o el otoño con su toque melancólico.

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