Facebook no se lleva bien con el sexo. Probablemente encierre un problema de autoestima o algún tipo de complejo relacionado con el mundo genital de sus responsables pero, aunque parece apasionante, no es el tema del post de hoy. A la popular red social no le gustan que los contenidos que se publiquen desde ella tengan cualquier tipo de carácter sexual. No hablamos de sexo explícito que, por supuesto, tampoco está permitido, hablamos, en realidad, de cualquier alusión a, por ejemplo, la desnudez humana. Es curioso, si no retrógrado, que Facebook, adalid de la comunicación moderna recupere la censura en asuntos relacionados con el cuerpo humano desnudo.
Hasta el verano del año 2014, aún no se ha cumplido un año, Facebook censuraba las imágenes que incluían mujeres amamantando a sus bebés. Curioso. Pornografía pura. Nótese el tono irónico en la última afirmación. Afortunadamente un movimiento de Interne, LibertadParaElPezón, o, in inglés, #FreetheNipple se movilizó lo suficiente como para que el equipo comandado por el multimillonario Mark Zuckerberg se vieran obligados a modificar las llamadas normas comunitarias.
Pero la animadversión de Facebook a la desnudez no se limita a las madres que amamantan a sus bebés. Los pezones se penalizan pero, no sólo los pezones. En 2012, el equipo que revisa los contenidos de la red social censuró la imagen de una mujer en la bañera cubierta de espuma xeon de no se veía ninguna parte que se pueda considerar sensible. Sin embargo, los expertos confundieron un codo con un pezón y bloquearon el contenido. La acción se convirtió en viral y tuvo tal éxito en la Red que a los responsables de la injustificada censura no les quedó más remedio que rectificar.
El diario El Mundo ha sido otra de las víctimas de la cruzada que mantiene Facebook contra el sexo o contra la desnudez humana. El mes pasado, el diario quiso compartir a través de la red social un reportaje publicado en las ediciones impresas y digital de su periódico acerca de un artista que tatuaba pezones a mujeres que habían sufrido una mastectomía, como parte de la terapia para superar el trance. El resultado, como no podía ser de otra manera conociendo los antecedentes, fue la eliminación del contenido.