El sexo y el fútbol siempre han estado relacionados Eso es innegable. Ahora que venimos de la resaca del clásico Barça-Madrid y que, en pocos días, nos sumergiremos en una apasionante ronda de cuartos de final de la Champions League con estos dos equipos y, además, el Atlético de Madrid entre los mejores 8 clubes de Europa, ha llegado el momento en que veamos qué sabemos sobre la relación que existe entre el sexo y el fútbol.
Desde siempre se ha llegado a asegurar que mantener relaciones sexuales antes de un partido de fútbol era una práctica que debilitaba de forma considerable la capacidad física del jugador. De hecho, casi todos los entrenadores del mundo, durante muchísimo tiempo, prohibían a sus jugadores mantener relaciones sexuales antes de un partido. Sin embargo, la ciencia, siempre se ha encargado de mostrar que la relación entre el sexo y el fútbol no era, en absoluto nociva. En realidad, el sexo no consume demasiadas calorías ni, mucho menos, produce agotamiento en quien lo practica.
Fue con la Holanda mítica de los 70, con Rinus Michels al frente, cuando el mito de la poco recomendable relación entre fútbol y sexo comenzó a desmontarse. El seleccionador de la naranja mecánica permitió que sus jugadores viajaran al Mundial de Alemania con sus parejas y permitió que compartieran alojamiento. Las reacciones, por supuesto, al principio fueron adversas. Sin embargo, la selección holandesa llegó a la final del campeonato practicando un juego que encandiló a propios y extraños.
Muy al contrario de lo que se había pensado siempre, el sexo y el fútbol se llevan muy bien. Las relaciones sexuales producen un montón de sustancias que generan bienestar el aquél que las practica y no hay nada mejor para alguien que realiza una actividad que requiere del máximo rendimiento que sentirse bien consigo mismo.
Por supuesto, cuando hablamos sobre el sexo y el fútbol, no estamos hablando de orgías multitudinarias con alcohol, drogas y largas horas de falta de descanso. En cualquier caso, aún en esta situación, lo peligroso para el rendimiento del futbolista sería el exceso de alcohol, de drogas y la falta de descanso Aún instalándose en el exceso, el sexo sería el menor de los problemas.