Magreo es el término técnico que utilizamos para referirnos al tipo de relación sexual que, básicamente, consiste en dar y recibir caricias íntimas pero en los que no se produce penetración de ningún tipo. En realidad, puede que no sea la manera técnica para referirse a esta realidad pero, casi con toda seguridad, que es una manera de definir este tipo de encuentros que todos entendemos. Existen otras muchas formas de referirnos a esta realidad. Desde las suburbiales «franela» o «faje» , que son expresionesque pueden llegar a resultar demasiado coloquiales, hasta el anglicismo «petting» que, proveniente del verbo «to pet» alcanza un ámbito mucho más extenso que el exclusivamente sexual. En cl¡cualquier caso, unas por defecto y otras por exceso, no alcanzan el nivel de precisión que logra tener el término «magreo».
El magreo, en sí mismo, no tienen ningún riesgo de transmisión de infecciones de transmisión sexual, siempre que, en ningún caso, los fluidos vaginales o el semen no tengan ningún contacto con las mucosas bucales o genitales. Otra cosas es que el magro no sea más que la parte previa a otro tipo de encuentros sexuales mas intensos donde pueda existir penetración o cualquier otro tipo de contacto entre zonas sensibles, como la boca o los genitales, con los fluidos corporales ajenos.
La sabiduría popular clasifica el magreo en tres niveles diferentes. El primero de ellos es el más mojigato y consiste, únicamente, en darse besos y abrazos. El segundo nivel en el que podemos falsificar los magros vienen determinado por las caricias, incluyendo las zonas erógenas y los órganos sexuales, pero por encima de la ropa. Para, por fin, llegar al tercer un último nivel de magro consistente en practicar el mismo tipo de caricias que en el nivel anterior pero realizándolos, en este caso, por debajo de la ropa, en contacto con la piel de nuestro compañero o compañera de juegos sexuales.
Cuando se sobrepasa la tercera fase o nivel del magreo, resulta común llegar a la masturbación mutua. En realidad, la línea que separa el tercer nivel del magreo de la masturbación mutua resulta muy delgada y, en ocasiones, completamente inapreciable.