La disfunción eréctil es un problema que resulta muy común en cualquier sociedad avanzada. Llega a afectar, aproximadamente, a 152 millones de hombres en todo el mundo. Además, este dato es creciente, como lo lleva siendo en los últimos lustros. Con el envejecimiento de la población, se espera que el número de casos se duplique para el año 2025. En España, según los estudios, entre 2 y 3,6 millones de hombres sufren este problema. Si en el último post hablábamos sobre las causas orgánicas de la disfunción eréctil, hoy lo haremos sobre las causas psicológicas, ya que el origen de un problema de este tipo no tiene por qué residir en cuestiones físicas. De hecho resulta my frecuente que la disfunción eréctil esté ocasionada por cuestiones exclusivamente psicológicas.
En general se hacen dos grandes distinciones en lo que respecta a las causas psicológicas. Por un lado se habla de las causas individuales frente a las denominadas causas relacionases o sociales. Estos dos grandes grupos recogen diferentes patologías de diferente naturaleza. En ocasiones resulta muy complicado llegar a determinar en qué apartado englobarlas pero, para poder llegar a entender la situación resulta muy práctico una esquematización de este tipo, aunque la práctica no sea tan sencilla como la teorización.
Las causas individuales, como su propio nombre indican, tienen que ver con lo que sucede en el interior del individuo. Estamos hablando, por ejemplo, del estrés, de la ansiedad, de la depresión, de las diferentes fobias que pueden afectar a una persona o, simplemente, de sus temores. Todas estas situaciones que actúan directamente en el individuo sin incidencia en el resto de la sociedad son las denominadas causas individuales de la disfunción eréctil.
Las causas relacionales, también llamadas causas sociales, incluyen situaciones como el impacto psicológico causado por el conflicto entre la pareja, la actitud negativa o agresiva de la propia pareja o el sentimiento de culpa relacionada con una relación fuera de la pareja habitual. En resñumen, son aquellas donde, al menos, otra persona influye en la situación causada.