El pasado día 8 de agosto se celebró el Día Mundial del Orgasmo Femenino. Sin embargo, sólo un tercio de las mujeres los ha tenido. Para evitar que formes parte de esa estadística te vamos a contar cuáles son los 10 tipos de orgasmos femeninos que existen, para que puedas probarlos y disfrutarlos.
– Clitoriano. Es, posiblemente, el orgasmo femenino más conocido. El clítoris es una zona muy erógena que posee más de ocho mil terminaciones nerviosas. Tan sólo con estimularlo del modo correcto podremos alcanzar fácilmente el clímax.
– Vaginal. Es un orgasmo que sólo lo pueden conseguir el 25% de las mujeres debido a que la distancia que hay entre la uretra y el clítoris influye en su consecución. Si esta distancia es muy corta el clítoris se estimula indirectamente, y es posible conseguirlo. Cuando esta distancia es grande, va a resultar imposible que lleguemos a tenerlo.
– Punto G. Este famoso punto se encuentra situado entre el cérvix y el hueso púbico, justo detrás de la pared frontal de la vagina. La intensidad de los orgasmos que se consiguen de esta manera, hace que algunas mujeres lleguen a eyacular.
– Punto A. ¿No habías oído hablar de él? Está situado a 7-9 centímetros de profundidad en la pared frontal de la vagina.
– Punto profundo. Este punto se puede localizar en la parte más profunda de la pared posterior de la vagina. Para estimular más fácilmente esta zona, puedes usar algún tipo de juguete sexual.
– Punto U. En la abertura de la uretra, en ambos lados y justo encima, hay una pequeña zona muy sensible formada por tejido eréctil. Si la estimulamos conseguiremos un estupendo orgasmo.
– Senos. Hay mujeres que llegan al orgasmo cuando se le estimulan los pezones. Se puede aumentar la sensibilidad utilizando lubricantes comestibles.
– Oral: Con una buena sesión de besos hay mujeres que consiguen llegar al clímax.
– Piel. Se consigue estimulando la piel con masajes y soplidos suaves. Existen productos que incrementan la temperatura corporal que nos pueden ser muy útiles.
– Mental. Se llega a él mediante la lectura de literatura erótica y viendo películas de alto contenido sexual o pornográficas.