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Sexo telefónico. Un orgasmo inolvidable

Cuando se tiene una relación a distancia algunos aspectos de la relación resultan un poco complicados de llevar o se quedan un poco a medias. Una de las formas de conseguir que el contacto se mantenga más vivo y cercano es a través del sexo telefónico. Es una práctica que nos permite desarrollar un método de seducción diferente que nos ayudará a conocer mejor a nuestra pareja.

El sexo telefónico es una buena opción cuando nos encontramos lejos de nuestra pareja, pero también puede serlo si queremos salir un poco de la rutina o simplemente porque nos apetece probar cosas nuevas. El objetivo es innovar y avivar la pasión. Pero antes de decidirte a mantener relaciones sexuales a través del teléfono debes tener en cuenta una serie de consejos.

– Discreción y concentración. Debes estar completamente sola y sin compañía. Ten en cuenta que esto es un juego de dos y si tu pareja nota que estás con alguien puede no querer seguir con el juego.

– Elige una hora adecuada. Debe ser un momento en el que sepáis que nada os va a molestar. Un momento perfecto puede ser por la noche, una vez que ya hemos terminado de trabajar ya que, es más fácil que no recibamos llamadas y que nos encontremos más tranquilas y relajadas.

– El entorno. Antes de comenzar con el sexo telefónico créate un entorno agradable. Luz tenue, unas velas, música sugerente… como si estuvieras con tu pareja.

– Caldea el ambiente. Antes de comenzar la llamada telefónica puedes enviarle mensajes sugerentes o provocativos para empezar a calentar motores.

– La imaginación. Es uno de los factores más importantes. Como no vemos a nuestra pareja debemos hacer un buen uso de ella.

– La actitud. Ya que no nos vamos a ver, y no nos vamos a vestir para la ocasión, es muy importante la actitud y parecer sexy y provocativa. Aunque tampoco está de más ponerse algo de lencería sexy o algún otro complemento.

Una de las formas de comenzar la conversación es fingiendo que no os conocéis, le añade un  punto de morbo, o comentarle el modo en que vas vestida, especificando hasta el más mínimo detalle de tu ropa interior. Una vez comenzada la conversación podemos comenzar a tocarnos, a susurrarle cosas para que se excite, a explicarle el modo en el que nos estamos tocando y cómo le tocaríamos a él si estuviéramos juntos. Al no estar cerca, debemos explicar todas las sensaciones que se nos pasen por la cabeza. Notarás que la excitación se va incrementando hasta llegar al orgasmo que, al igual que en las relaciones habituales, puede que uno lo consiga antes que el otro.

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