Una ninfómana es una mujer con grandes necesidades sexuales Suele suceder a menudo que las necesidades son compulsivas e incontrolables. En definitiva, una ninfómana es alguien con un deseo irresistible para el sexo. A todas horas, por la mañana, por la tarde y por la noche. ¿Pero, esto es grave?
Si echamos la mirada atrás en el tiempo, la ninfomanía femenina no siempre ha sido bien vista a través de los siglos. Se admitió sin problemas durante la antigüedad, pero comenzó a ser reprimida de una forma especial hacino el siglo 19. En la Inglaterra victoriana, por ejemplo, las encerraban y las duchaban con agua fría con el fin de calmar su ansiedad sexual. Afortunadamente, la liberación sexual llegó. Una ninfómana ya no es vista como una enferma mental desde los años 50.
Y, ¿cómo reconocer a una ninfómana? ¿Las ninfómanas son psicológicamente equilibradas? ¿es divertido que siempre te pidan más sexo o llega a ser un problema? Son muchas las preguntas que alguien ajeno a la ninfomanía puede llegar a formularse. Realmente, las ninfómanas buscan, en general, relaciones de tipo esporádico, sin compromiso. Es frecuente que una ninfómana haya tenido una relación formal antes y, como no ha funcionado, buscan relaciones que puedan responder a sus necesidades sexuales sin mayores consecuencias.
Las mujeres llamadas a ser ninfómanas o aquellas que se ven como tales, a menudo tienen antecedentes de trastorno bipolar, lo que significa, para simplificar, que siempre oscilan entre la euforia extrema, cuando el deseo sexual llega a su máximo, y un desaliento que parece un ataque de nervios insuperable.
El hecho de mantener una relación estable con una ninfómana no es nada fácil. Es preciso ser muy fuerte a nivel mental. De lo contrario todo puede complicarse mucho. Cuando el exceso de deseo sexual y su satisfacción inmediata se convierte en la única motivación para continuar con el día a día todo puede hacerse muy difícil. El exceso de sexo no es malo siempre que no provoque un trastorno tal que impida continuar con una vida sana a nivel mental. Las obsesiones que puede llegar a provocar la ninfomanía pueden ser muy peligrosas.