Más allá de la satisfacción pura y personal, en el acto sexual también se tienen ganas de proporcionar placer al o la compañera. Para esto ciertas personas simulan el orgasmo y no siempre es posible darnos cuenta cuando el otro finge.
De manera general, tendemos a pensar que la simulación en el momento de contactos sexuales es un asunto típicamente femenino. «La simulación de un orgasmo es una cosa bastante fácil para una mujer”, solemos creer.
Sin embargo, hay que saber que solamente el 47 % de los hombres afirman alcanzar sistemáticamente el orgasmo en el momento de la penetración vaginal. Los otros tienen a veces algún dificultades y no llegan y a pesar de todo el 3 % de ellos reconocen que jamás tienen orgasmo. Así, aunque las mujeres simulan generalmente más que los hombres, estos últimos no son tampoco unos ignorantes en la materia.
Paralelamente, muchos hombres afirman estar seguros al 100 % de que su pareja jamás simuló con ello ¿Están los hombres demasiado seguros de si mismos? No. Lo que pasa es que, según especialistas, es bastante difícil darse cuenta de si el otro simula. Las contracciones involuntarias de la vagina no son un signo convincente de orgasmo, porque una mujer que controla y domina bien sus músculos vaginales, puede manejarlo hasta imitar las contracciones de un orgasmo. De la misma forma, los gritos o la respiración rápida no son pruebas irrefutables. Jamás podemos estar seguros.
La simulación, a menudo debida al miedo de ser considerado como «malo a la cama» desgraciadamente puede hacernos caer en un círculo infernal. Simulamos para dar placer, el compañero(a) cree que él ha encontrado una manera de llevarnos al orgasmo y va a tratar de repetirlo siempre. Entonces si esto no marcha, ¿cómo decirle después que su técnica no nos da ni frío ni calor? En lugar de salvar la situación, esto puede empeorarla.
Entonces hay que evitar en lo posible simular, y en caso de temor, lo ideal es hablar. Y convénzase de que el objetivo no de debe ser conseguir un orgasmo en cada sesión sexual. Hay mil y una maneras de conseguir el máximo de placer.