El frenético ritmo al que nos vemos sometidos en nuestra vida diaria, hace que nuestros encuentros sexuales cada vez se espacien más en el tiempo. Además, cuando tenemos alguno, lo solemos hacer de forma rápida y precipitada, por lo que alguno de los miembros de la pareja ve sus sensaciones de placer limitadas. Debemos ser conscientes de esto y tratar de dedicarle más tiempo a nuestros momentos íntimos. Por eso, muchas parejas ya se han apuntado a la práctica del Slow Sex.
El Slow Sex (literalmente sexo lento) consiste en encuentros sexuales en los que debemos invertir entre 20 y 30 minutos. En este tiempo debemos incluir los preliminares, el juego erótico y el coito. Al disponer de más tiempo para conocernos y disfrutar de estos encuentros, más allá de la simple penetración, los diferentes ritmos de excitación que tienen hombres y mujeres no provocan ninguna frustración y conseguimos una mayor complicidad con nuestra pareja y la relación se ve reforzada.
Cuando comenzamos con la práctica del Slow Sex, nuestra rutina sexual también se ve reducida de una forma significativa. La confianza en temas sexuales aumenta y nos animamos a practicar nuevos juegos eróticos, nuevas posturas.
Los preliminares son muy importantes en el Slow Sex, ya que, son una parte fundamental a la hora de conseguir una mayor excitación y que la penetración sea mucho más fácil y placentera. Debemos dedicarle tiempo a las caricias, a los besos, a la masturbación y al sexo oral para conseguir encuentros más lentos y de mayor calidad. Debemos aprender a controlar el ritmo de nuestros juegos sexuales, de la penetración. Llevar un ritmo lento y moderado es la clave para que consigamos unos encuentros muy placenteros. El control de la respiración es una buena ayuda.
Ser un practicante habitual del “sexo lento” no implica que nos tengamos que olvidar de practicar algún “rapidito” de vez en cuando. Sin embargo, al tener encuentros en los que invertimos mayor tiempo en conocernos y disfrutar de nuestros cuerpos, conseguiremos que éstos sean también mucho más excitantes y placenteros.
Sal de la rutina, dedica más tiempo a tu intimidad y disfruta de las ventajas del Slow Sex.