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El orgasmo femenino: El summum de la excitación

El orgasmo clitoriano, el orgasmo vaginal, el orgasmo anal, la estimulación del punto G… Se utilizan numerosos términos para hablar de la misma realidad: El orgasmo.

Afortunadamente, y no hay tabúes al respecto del orgasmo femenino. Ya no es algo sagrado cuyo conocimiento esté al alcance de unos pocos iluminados. Ya se trate de un orgasmo vaginal o de un orgasmo clitoriano, el orgasmo femenino es hoy una cuestión de la que no nos cansamos de hablar.

La prensa femenina no vacila en colocar el término orgasmo en sus portadas y las series tales como Sexo en Nueva York hablan de ello abiertamente. El concepto del placer se ha extendido hasta involucrar abiertamente sus pasiones más íntimas. Actualmente las mujeres piensan en su placer como algo natural, positivo y necesario. Prueba de ello es el enorme éxito que han alcanzado los juguetes sexuales desde hace ya varios años.

Para alcanzar el orgasmo, las mujeres sin pareja no dudan en encontrar compañeros sexuales con el fin de encontrar al que les haga despegar. Si están en pareja, multiplican las prácticas sexuales con el objeto de explorar lo mejor posible su potencial de placer. Está muy claro que una cosa es el sexo con amor y otra el sexo por placer. Directamente. Sin tener que dar explicaciones.

Si bien la existencia del punto G no ha sido probada todavía, los numerosos testimonios se atreven a afirmar que no se trata de un mito simple. En teoría, el punto G se situaría a aproximadamente 5 cm dentro de la pared vaginal, sobre una superficie del tamaño de una moneda de 2 euros. El punto G sería la llave del placer femenino. Se dice que su estimulación provoca el orgasmo.

Al igual que el punto G, el orgasmo también es objeto de teorías diversas.

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