Para los hombres, la mayoría de las circunstancias sexuales de una mujer son insondables. Sabemos que pasan cosas, que sus cuerpos responden a ciertos estímulos… sabemos que eso del flujo vaginal es fundamental para una buena sesión… y quién más y quién menos, tiene algunas cosillas claras… tipo manual de uso… Pero, realmente, pocos saben cómo y por qué ocurren las cosas.
Cuando una mujer va entrando en un estado de excitación, su cuerpo empieza a bombear más sangre en la zona de sus órganos sexuales. Esta sangre causa una reacción física que puede compararse a la sudoración. Además del sudor, la mujer tiene una sustancia en su vagina llamada moco cervical. Exacto, un moco, al igual del que te sale de la nariz. Cuando esto se combina con la sustancia sudorosa, toda la zona se vuelve muy húmeda y resbaladiza. El flujo vaginal facilita la penetración del pene.
Si estás con una mujer y parece que no llega a mojarse, puede ser por varios motivos. Uno de ellos es que por la circunstancia que sea, ella no está sintiendo estimulación necesaria para que el flujo vaginal aparezca en escena. Una mujer puede mojarse mucho si su pareja es paciente y sabe cómo utilizar correctamente sus besos, sus palabras, las manos, la lengua…
Si el flujo vaginal es insuficiente, o directamente no aparece, el sexo seráa más doloroso para ella y mucho menos placentero para nosotros, así que mucha gente prefiere usar el líquido lubricante para remplazarlo. Hay muchos lubricantes en el mercado que son perfectamente seguros para usar y es ideal para personas que sufren de este problema.
Otras mujeres tienen el problema opuesto y expulsan una cantidad de flujo vaginal excesiva. Sus parejas pueden tener problemas para obtener suficiente fricción entre el pene y el interior de la vagina, lo que dificulta alcanzar un orgasmo.
Existen varias formas de excitar a las mujeres y hacer que reaccionen como corresponde. Desde luego, depende de cada una. Susúrrale al oído lo que le quieres hacer, bésala mucho, estimula las partes más sensibles de su cuerpo durante un buen rato, y seguro que llegarás a alcanzar un buen resultado.