Un preservativo, profiláctico o condón es una funda muy fina, elástica y resistente que se coloca sobre el pene erecto antes de la penetración. Es uno de los métodos anticonceptivos más usados. Actúa como barrera y evita que los espermatozoides lleguen al óvulo y lo fecunden. También sirve para como medida de prevención el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) tanto en el coito como en prácticas de sexo oral.
Actualmente los preservativos se fabrican muy finos y con varias texturas y sabores que ayudan a mejorar su sensibilidad. Los podemos encontrar fabricados en látex y en poliuretano (generalmente para los alérgicos al látex).
Normas de uso:
– Para consérvalos debemos alejarlos de la luz y del calor y evita guardarlos en lugares en los que se puedan estropear (cartera, guantera del coche…).
– Hay que comprobar la fecha de caducidad.
– Debemos utilizar un condón en cada relación sexual y siempre antes de la penetración.
– Al ponerlo, debemos tener cuidado de no rasgarlo con las uñas.
– Normalmente viene bien lubricado, pero si la vagina de nuestra pareja no lubrica lo suficiente debemos usar un lubricante apropiado dependiendo del material con que haya sido fabricado.
– En caso de sexo anal, el uso de lubricante es prácticamente imprescindible, ya que esta zona no genera su propio lubricante.
– Existen preservativos especiales (más gruesos) para las prácticas de sexo anal.
– Los preservativos usados, se tiran a la basura. Nunca al WC.
Ventajas:
– Son muy accesibles y barato- No necesitan receta.
– Fáciles de usar.
– Sin efectos secundarios.
– Protegen de algunas ETS, entre ellas el VIH.
Inconvenientes:
– Algunas personas pueden sentir que disminuyen las sensaciones.
– La mayoría no se pueden usar si se es alérgico al látex.
– En las zonas que no cubre, no es efectivo contra el virus del papiloma humano (VPH o HPV).